Sabor: intenso a tabaco y madera, bastante esponjoso, ligeramente dulzón, dulzor que perdura dejando recuerdos tostados, de cuero y de tierra. Muy untuoso. Fortaleza: media-fuerte. Tiro: magnífico, con bocanadas amplias, plenas y muy sabrosas. Capa: de color carmelita natural con ligeros toques colorados, muy fina, sedosa, aceitosa, aromática y con muy pocas venas. Combustión: es excelente, muy pareja y homogénea durante toda la fumada. La ceniza es de un atractivo color gris claro metalizado, muy firme y consistente, lo que denota un extraordinario torcido. Aroma: intenso a tabaco, algo esponjoso, muy especiado y con intensos recuerdos tostados y ahumados, a cuero y a tierra. Elaboración: totalmente a mano. Se trata de la nueva vitola que la marca Montecristo lanzado en 2004, una vitola que mantiene la tónica de cigarro grueso y más o menos corto, tal como demanda el mercado, y creada exclusivamente para la marca. Viene a ser como un Cañonazo, el Siglo VI de Cohiba, pero un centímetro y medio más corto. |